4. Recorrido sonoro

Fluxus

¿Qué nos propone como espectadores?

El arte Fluxus, surge en 1961 creado por George Maciunas, busca mezclarse con lo cotidiano así como también cuestionar al arte mercantil del momento y expandir los límites del arte.
Dejan de lado al arte como objeto comerciable y comienzan a utilizarlo como una especie de juego, utilizando el humor y la ironía para romper con los conceptos preestablecidos.

¿Y cómo artistas?

Como espectadores nos propone participar de la obra, interactuar con el público buscando en él complicidad, y otorgándole entretenimiento.

Nos dice que el arte no le pertenece exclusivamente al artista, que este no es imprescindible, y nos propone que cualquiera puede hacerlo, destruyendo así los limites ente Arte y vida.
Invita a desprendernos del arte como algo comercial y también a borrar las barreras entre los distintos tipos de artes.

¿Qué propone Fluxus al arte?

2. La paradoja de Fluxus

3. Cuestionamientos

Fluxus como antes mencionamos, quería dejar de lado la institución y el arte comercial.
Proponía incluso que la autoría de las obras sean colectivas para así poder ser reinterpretadas. Intentaba ser una especie de anti-vanguardia.
Pero finalmente termina siendo incluido en el circuito artístico, es absorbido por este, y comienza a ser expuesto en museos y a ser investigado por críticos e intelectuales.

En esta obra de la artista Yoko Ono podemos observar como se posa arriba de un escenario y permite libremente que la gente comience a cortar su ropa.
Si bien incluye la participación del público, se pone a ella misma como parte indispensable de la obra lo cual genera una contradicción. La obra fue reproducida en distintas ocasiones por la artista en diversas instituciones.

Me pregunto si Fluxus al instalarse en el circuito artístico siguió siendo lo mismo o mutó en otra cosa, también si los espectadores pueden tener la misma relación con la obra en este contexto, y si las restricciones institucionales afectan a la obra en si.

EL recorrido sonoro de un día normal en cuarentena, me levanto, me baño, preparo café, me trueno los dedos, un perro ladra en la calle, mientras el agua corre por el filtro.
Al medio día el almuerzo, a la tarde un viaje por el barrio y la vuelta a casa.